sábado, 21 de abril de 2012

Que tontas que somos.

Siempre he pensado que las amistades que se hacen fuera de tu casa son para toda la vida. Con fuera de tu casa me refiero en algún viaje, algún sitio donde has ido a trabajar para una temporada o en este caso, en Inglaterra.

Yo he hecho muchos amigos en los últimos 3 años. Ingleses, sudafricanos, canadienses, australianos, austriacos, holandeses (vi la final de la copa del mundo con ellos, simplemente genial... POODEEMOOS!!) y españoles.

Mantengo el contacto con casi toda la gente que he conocido desde que me mudé a este país, si no es por facebook es por email, o por carta, o incluso usando el whatsapp, porque a veces, con un simple hola de alguien que sabes que no vas a volver a ver te basta.

Pero normalmente, siempre hay alguien que se te queda más clavado que los demás, ya sea porque viviste algo con esa persona que jamás hubieras pensado que harías, o porque salisteis una noche y lo pasasteis tan bien que sabes que sois "almas gemelas" o simplemente porque ese alguien es tonto de remate.

A mi me gusta la gente que es tonta. Me hacen reír. Y ya se sabe que la risa es uno de los pilares de la felicidad. Supongo que me gustan tanto porque yo también soy un poco tonta aunque a veces intente ocultarlo, pero es que con esta persona en particular, ni lo intento ni quiero.

No hablamos mucho por teléfono, por no decir nada, y sólo nos hemos visto una vez más desde que se fue de este país. Nos escribimos todos los días, pero creo que solamente una vez al mes es algo que merece la pena de verdad. No hablamos de cosas serias, no las necesitamos. Normalmente le escribo algo parecido a "soy tan tonta que hoy se me ha olvidado hacer tal cosa" y me río, y la otra persona se ríe conmigo. Y con eso se acaba la conversación.

Y con eso soy feliz. Aunque no nos veamos. Aunque yo viva aquí y ella allí. Pero así es nuestra amistad, una amistad para toda la vida. Sin llamadas ni quedadas, sólo con un mensaje que suele acabar con que tontas que somos!!


Y me encanta, porque es verdad, porque somos muy tontas.

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