miércoles, 18 de abril de 2012

El escocés

Compartir piso siempre ha sido malo, las convivencias son un horror. Pero creerme que es peor cuando lo compartes con guiris. Guiris de verdad, no como yo. Guiris de guirilandia, De Inglaterra, vamos.

Comparto piso con una pareja inglesa (él es escocés, pero no nos vamos a poner tontos),y es lo peor del mundo. No os equivoquéis, me llevo bien con ellos, pero eso es todo.

Para que os hagáis una idea de como son las cosas, hoy me he levantado a las 11.30am, porque sí, porque yo lo valgo y porque no entro a trabajar hasta las 3. Y mi compañero escocés estaba tumbado en el sofá jugando al FIFA12, que no es que sea malo eso, no, es que ayer jugó al mismo jueguecito durante unas 12 horas, y claro, ya aburre. Y también jode. Porque eso significa que yo no puedo ver la tele, y me estoy perdiendo 90210 y Glee. Triste lo sé, pero yo no me he metido contigo!! Ya que no podía ver la tele he decidido hacerme unas tostadas para desayunar, porque yo soy de costumbres... y me he encontrado en la cocina una olla llena de arroz, de antes de ayer; una sarten con algo pegado, de anoche; algo así como 7 copas de vino, un bote de ketchup, y dos o tres botellas de squash vacías... lo malo no es que esté todo eso ahí, lo malo es que ayer, a eso de las 5pm hice la cocina... así que he pasado de desayunar y he decidido darme una ducha.

De camino al cuarto de baño me he tropezado con el gato, con una alfombra, con un par de zapatos enormes (del escocés), muchos DVDs y un pato de peluche... a todo esto, el escocés sigue jugando al fifita de los huevos, pero he llegado viva al baño, Lo primero que he visto al abrir la puerta han sido unos bonitos calzoncillos verdes en el suelo. Así da gusto. Me he dado la vuelta y me he ido a mi cuarto. Porque qué más me puede pasar si solo son las 11.45am? Me he cruzado con mi compañera, y se ha medio quejado del novio, paso de decirle nada, son tal para cual.

Ya estoy a salvo de tropezarme y romperme algo. Estoy en mi territorio!! He hecho la cama, he recogido la ropa, he ordenado mis libros (tres), he barrido y me he sentido muy orgullosa de lo limpia y ordenada que soy. Mi madre no se lo creería, de hecho, no se lo cree.

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