lunes, 25 de junio de 2012

Todo se pega... o no.

Hoy he conocido a una chavala española. La chiquilla lleva aquí unos 10 años, pero está claro que hay cosas que no se olvidan, y sobre todo si eres andaluza y vives en un país como este. Sigue con su acento sevillano y sus costumbres españolas, pero es que claro ¡como para cambiarlas!

Hablando con ella me he dado cuenta de que no soy tan desgraciada como creía, a ver, no es que ella sea una desgraciaita y me haga sombra ni nada de eso. Le he contado lo mal que huele mi casa, la de nuevas especies de insectos que puedes encontrar en mi cocina y la tienda de zapatos que tengo en la puerta de la entrada y me ha dicho que es lo más normal del mundo. Que a ella le pasaba lo mismo, que está en los genes, o en el aire.. o lo mismo que algunos niños nacen con un pan debajo del brazo, aquí nacen con un manual de como ser un cerdo. En fin, ingleses...

Y la cosa es que es verdad, pensando en cuando vivía en Herm me he acordado del día que uno se perdió y tuvimos que ir habitación por habitación buscándolo antes de darlo por perdido y llamar a la policía y juro sobre la tumba de El Cid (por ejemplo) que algunas habitaciones me dieron tanto asco que casi vomito. Y no quiero ni recordar cuando era Gobernanta y teníamos que hacer las habitaciones de los trabajadores cuando se iban. Eso era asqueroso. Que si tazas con meao dentro, que si habitaciones que no habían sido ventiladas en 5 meses, una sábana de cama que al retirarse era toda amarilla menos la parte que estaba debajo del colchón...


En serio, nunca en mi vida había visto, u olido, gente tan marrana. Yo no sé si es porque se iban de sus casas y no tenían a nadie que les hiciera la colada, o a nadie que les obligaba a ducharse y simplemente no encontraban el momento de hacerlo, o yo que sé.


Había un cocinero que era asqueroso, una pena, porque también era un primor y el chaval la verdad que se portaba bien con todo el mundo, pero es que el niño apestaba!! De echo lo llamaban Smelly, porque claro, sabías si había estado en algún sitio solo por el olor que dejaba a su paso. Un día me hizo un sandwich, y no me lo pude comer porque olía a él... Y yo estoy segura de que eso no es normal!!


Sé que se dice que si no puedes con tu enemigo debes unirte a él... pero claro, yo paso de ser tan guarra, aunque ahora que lo he meditado lo llevo mejor. Así que si cuando llegue a casa tengo síntomas de cerda, lo siento, lo he intentado, pero todo se pega!!

1 comentario:

  1. Jajajajajajajaj! Me he enganchado al blog. Cuando lleves muchas paginas edita un libro.

    AV.

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